Mary kubica
“Hay quien diría que tiene silueta de reloj de arena. Puede que hasta yo lo dijera si me cayera bien. Pero, en cambio, prefiero llamarla rechoncha.”
“... la profesora de plástica, cuyo fin es añadir ese toque bohemio que ha sido eliminado de los institutos convencionales, donde se dedica más tiempo a las matemáticas y las ciencias y a matar de aburrimiento a inadaptados sociales a los que todo eso les importa un carajo.”
“En aquel entonces era distinto, no se parecía al que sería después. Sus defectos eran mucho más enternecedores; su soberbia, encantadora en vez de desagradable, como lo sería con el tiempo. Mucho antes de que sus palabras se volvieran feas e insultantes, era un maestro de la adulación. Hubo un periodo de nuestras vidas en que fuimos felices: estábamos completamente hechizados el uno con el otro, no podíamos parar de tocarnos. Pero ese hombre, el hombre con el que me casé, ha desaparecido por completo.”
“los adolescentes, por definición, pertenecen a una categoría propia. Ceden a la presión de sus iguales. Desafían a sus padres. Contestan mal y experimentan con todo lo que cae en sus manos. El objetivo, tratándose de adolescentes, es simplemente que sobrevivan a esa fase sin daños permanentes.”
“Los chavales que no tienen ningún defecto, esos son los que me preocupan.”
“Uno sabe que no es bueno para la salud la primera vez que lo prueba. El tabaco. La maría. Pero se convence de que no pasa nada, de que puede controlarlo. Una vez, nada más, solo para ver cómo es. Y luego, de repente, estás metido hasta el cuello: no puedes salir aunque quieras.”
“Qué clase de persona quiere meter a su madre en una residencia porque está harto, porque está hasta los cojones de ocuparse de ella?”
“La gente piensa en su mayoría que hay dos respuestas naturales al miedo: huir o luchar. Pero hay una tercera reacción ante una situación peligrosa: quedarse paralizado. Como un ciervo ante los faros de un coche. Hacerse el muerto.”
“... lo único que queda entre nosotros son sentimientos heridos y palabras de desdén.”
“No me lo arrebataron. Me fui alejando yo, hasta un punto tan lejano que ya no veo esa cara juvenil ni esa sonrisa persuasiva. Y aun así duele.”