Katherine Pancol
El dinero elimina la angustia ante la amenaza del
día de mañana, pero en cuanto se amontona, se convierte en un incordio
agobiante.
Para saber si las personas son felices o
desgraciadas hay que mirarlas siempre a los ojos.
Es más fácil acusar a los demás que hacer
autocrítica.
Envejecemos cuando nos negamos a ver, a oír o a
respirar.
¿Cómo se sabe cuando uno es adulto? Cuando se es
capaz de tomar una decisión MUY importante completamente solo, sin preguntar a
nadie.
La estima por uno mismo no se obtiene por decreto,
es necesario esfuerzo y trabajo.
¿Qué se hace cuando el amor cava un agujero en el
corazón?
Una mujer enamorada es forzosamente una mujer
inquieta y dolorida.
Me gustaría echarme al cuello de aquel a quien
amo, pero tengo tanto miedo de asustarle que ofrezco la cara humildemente para
recibir su beso.
El amor nace en el corazón pero vive bajo la piel.
Las emociones son una pérdida de tiempo. No se
aprende nada llorando.
Los límites no mantienen a los demás a distancia,
no nos protegen de los problemas, de las tentaciones, que sólo provocan que te
encierres en ti mismo, apartándote de la vida.
Hay que decidir entre marchitarse y permanecer
dentro de los límites o abandonarse a mil placeres franqueando los propios
límites.
A fuerza de frotarnos la piel, nos olvidamos de
pulirla.
La pena es como el amor, no son cosas que puedan
controlarse.
¿Por qué una nunca está segura de sí misma? Es una
enfermedad femenina.
¿Por qué ponerse un anillo en el dedo? ¡No somos
palomas!
El amor no llama al timbre antes de entrar.
Los adolescentes se acuestan una noche siendo unos
angelitos mofletudos y se levantan al día siguiente convertidos en demonios con
cuernos.
Siempre sueño en “conyugal”, nunca sueño
“canalla”.
¿Cuántos dramas se ocultan, de niño, para no
sufrir?
La sociedad actual empuja a la gente a la
violencia como única afirmación de sí misma.
Tres minutos y medio de infusión. Más, queda
agrio, menos, queda insípido. Todos los detalles tienen siempre su importancia.
Nos enamoramos y, un día, nos levantamos y ya no
estamos enamorados.
Lo recuerdo muy bien: ella ya no me escuchaba. Mi
amor se había gastado ese día.
Nos damos la vuelta un momento, percibimos un
detalle y lo guay desaparece.
Una mujer que se abandona es una mujer sin
porvenir.
No se debe molestar cuando el amor ha terminado.
Hay que conseguir que te olviden, hacerse muy pequeño para no precipitar la
caída. Esperar a que el otro te olvide, que no recuerde lo que tiene que
reprocharte. Esperar que vuelva a ti, una vez pasada la tormenta.
Es posible lograr que la gente que os ama baje los
ojos, pero no se puede obligar a bajar los ojos a la gente que os desea. Sacha
Guitry.
Todo ser humano tiene sus defectos.
Se puede perder todo, pero si se conserva la
esperanza, uno está salvado.
Hoy en día, ser joven no es sólo un momento de la
vida, es una condición para sobrevivir.
Caos y renovación. Siempre hay que pasar por ahí.
No se puede ser infeliz a todas horas, porque es
agotador.
“Sus padres eran carteros, él acabó matado como un
sello…”
¡Es muy difícil planchar una vieja arruga!
No se detesta a los débiles, sólo se odia a los
poderosos.
Uno sabe cuando ya no lo desean porque se ha
vuelto transparente.
Mentir es un trabajo muy duro, exige una tremenda
organización.
El amor se gasta, pero el dolor permanece intacto.
Hay que hablar siempre. Si no, se acumulan los
malentendidos y nos volvemos sordos.
París está hecha para los extranjeros y Londres
para los ingleses.
Inglaterra ha construido Londres para su propio
uso, Francia ha construido París para el mundo. Ralph Emerson.
No sé lo que es la feminidad. Acaso sea sólo una
forma de ser un hombre. Romain Gary.
¿Cómo explicarle que ya no sé quién soy? He
cambiado de dirección, de provincia, de ocupación, quizás tendría que cambiar
de nombre. Ya no sé nada de mí.
Sé, por el contrario, lo que ya no quiero ser, a
dónde ya no quiero ir.
Amar es la única riqueza que crece con la prodigalidad.
Cuanto más se ofrece, más queda.
No hay nada mejor que el amor, es como bailar un
vals…
Para recopilar detalles, hay que invertir tiempo,
saber perderlo, dejar que pase para poder dar con una palabra, una imagen, una
idea.
Eras mi amigo, formabas parte de mi vida y ya no
estás aquí. No pasa ni un día sin que piense en ti.