Nada se opone a la noche

Delphine de Vigan



Las épocas se resumen, en nuestra memoria, en los lugares que las contienen.

La coordinación es a la escritura lo que el montaje a la imagen.

El ayuno es una droga poderosa y barata.

El estado de desnutrición anestesia el dolor, las emociones, los sentimientos, y funciona, en un primer momento, como una protección.

La anorexia restrictiva es una adicción que hace creer en el control cuando en  realidad conduce al cuerpo a su destrucción.

La turbación mental es como un géiser de una protesta interior tímida u oculta durante mucho tiempo, la expresión repentina y brutal de un rechazo a dejarse manipular o destruir a partir de un momento, que se traduce en un desfase de tono, un volumen de sonido insoportable para  oídos normales.

Estoy en la misma posición de espera, ignoro dónde está, que hace, …

No puedo más que medir la extensión del enigma.

No me gusta el gentío, el número, las grandes comilonas, huyo de las mundanidades, soy más sociable en los encuentros cara a cara, en pequeños grupos, o bien durante un paseo, en el movimiento de la marcha.

No se concordar ciertas imágenes con las que he conservado de la infancia, con el halo amarillento con que las encuentro. Son resueltamente dispares.

El aburrimiento nunca es pasajero. Existe un remedio al aburrimiento, pero es radical y desagradable para los demás.

El tiempo nos enseña que podemos echarnos la bronca y debemos pasar página después.