Sigue, sigue, Janis

Marisa López Mosquera



Tu propia autocrítica ha de ser lo que te impulse, no el deseo de que los demás te aprecien. Si tu no te respetas, es difícil que lo haga quien te rodea.

La diferencia entre un sueño y la realidad es que cuando sueñas, el dolor te acecha y a veces llegas a sentirlo incrustado en un miedo. En la realidad lo sufres, sabes de dónde sale y a veces puedes detenerlo.

Lo que en esencia te separa de tu familia es tu proyección fuera de ella, la distancia que estableces como necesaria para funcionar.

Por eso los sueños son sueños, porque no se sostienen. Hijos de puta. Qué reales son algunos, joder.

Si no compartes tus instantes de gloria parece que pierden brillo.

Me despertaba en mitad de la noche pensando que estaba viviendo una vida sin sentido, desaprovechando mis mejores años con dudas de todas clases.

Cuánto daño nos puede hacer un juicio equivocado de la gente.

¡La facultad de decidir se la confío a mis sentidos!

... algún día tendrás que rendir cuentas. Nadie puede librarse, ni del desprecio propio, ni del escarnio ajeno.

... la venganza puede ser tan amarga como el odio más miserable.


CASETA 16 de la FERIA del LIBRO de A CORUÑA