Joël Dicker
“... tenía muy buena planta, una mirada profunda y un porte de actor. Iba siempre hecho un pincel y llevaba el pelo entrecano impecablemente peinado.”
“Siempre he tenido con mi padre una relación muy fuerte y muy estrecha. Fuimos los dos como uña y carne desde mi primera infancia. Lo que hacía mi padre, quería hacerlo yo. Lo que decía mi padre, yo lo repetía. Adondequiera que fuese, yo iba detrás.”
“Pero, simultáneamente, mi padre no pudo soportar nunca a ninguno de mis ligues. A partir de los dieciséis o diecisiete años, ninguno de los chicos con los que tuve una aventura estaba lo bastante bien, desde el punto de vista de mi padre, ni era lo bastante bueno, ni lo bastante guapo, ni lo bastante inteligente para mí.”
“... el público al que se dirige la telerrealidad anda más bien escaso de dinero y no tiene educación. Cuando enciende la tele quiere soñar un poco.”
“Da igual de dónde vengas, la gente te juzgará por adónde vas.”
“¿Cuál es tu destino, ...? ¿Qué es para ti el arte? Y ¿qué haces para servirlo?”
“El pueblo de los que esperaban la gloria y la siguen esperando. Es el mensaje que nos envía a diario la sociedad: la gloria o la muerte. Ellos esperarán la gloria hasta que la palmen, porque, al final, las dos se encuentran.”
“... cuando trabajas con alguien y se pierde la confianza, la cosa deja de funcionar.”
“A veces tenemos algo delante de los ojos y no lo vemos.”
“Desde aquel episodio, se aborrecía. Tenía ganas de destruirse. Tenía ganas de reventar de una vez. Tenía ganas de arañarse hasta hacerse sangre, de hacerse daño y que todo el mundo pudiera ver después, por las señales, cuánto se odiaba y cuánto sufría.”
“... necesita un padre. No una pareja de padres que se pasan el día chillándose.”
“Yo, pese a todo, tenía reticencias. Había leído muchos artículos sobre lo que se hacían mutuamente los adolescentes en las redes sociales: agresiones escritas y visuales, insultos de todo tipo e imágenes escandalosas.”
“Si Dios nos había dado un par de cojones, era precisamente porque no teníamos huevos.”
“Ya no me acuerdo de la última vez en que usé un diccionario de papel. Por lo general, solo escribo en el ordenador y el procesador de texto me corrige las faltas.”
“¡Qué maldición, la generación esta obsesionada con los teléfonos y las redes sociales! Ya no leéis, ya solo os interesa hacerle una foto a lo que estáis comiendo. ¡Qué tiempos!”
“soñaba con lo que habían sido nuestras vacaciones, tan modestas, tan cortas, pero tan maravillosas. Cuánto me habría gustado volver a aquella época. Pero ya no sabía cómo.”
“heme aquí hecho un artista, ya adulado y reconocido. ¡Ay, querida gloria, que codicié tantas veces, por fin has llegado!”
“No, no lo entiendes. No puedo pasar tiempo en familia, porque ahora mismo tengo la impresión de que no somos ya una familia. Me..., me he quedado sin fuerzas, ... Me he quedado sin energía. Hace años que dejas que yo lo solucione todo.”
“La noticia corrió de casa en casa a la velocidad exponencial de los mensajes electrónicos.”
“A los amigos hay que cuidarlos.”
“... un amigo es alguien a quien conoces bien y a quien, a pesar de eso, sigues queriendo.”
“Es una obra sobre un secreto. Y un secreto, en el fondo, tiene más importancia en lo que oculta que en lo que revela.”
“... me había enfadado con el mundo por razones que ahora no entiendo.”
“Los secretos acaban siempre por descubrirse.”
“Las personas guapas nunca se ven guapas,”
“Iba a ser el centro de mi vida, el centro de mis pensamientos, el centro de mis atenciones, el centro de mis preocupaciones, el centro de mi amor absoluto. Y a ella le iba a pasar lo mismo conmigo. Yo iba a quererla y ella me iba a querer como pocas personas se han querido. En el cine, en el metro, en el teatro, en la biblioteca, en la mesa de los abuelos, mi sitio a su lado era el paraíso. Y las noches se convirtieron en nuestro reino.”
“... nada puede impedir la consumación del arte. Es posible quemar, abuchear, prohibir, censurar: todo renace.”
“La noche negra es mi soledad abismal.”
“estás de morros todo el día conmigo. Solo sonríes cuando sales sola. ¡Y ya ni te hablo de la última vez que follamos!”
“¿O quizá no le dije cuánto lo quería? En cualquier caso, soy culpable de haberlo descuidado, de haber pensado excesivamente en lo que yo tenía en la cabeza y de haberle dejado de lado.”
“Huy, no hay que fiarse de las apariencias. A veces creemos que conocemos a las personas y descubrimos secretos asombrosos sobre ellas.”
“Cuando has matado una vez, puedes matar dos veces. Y cuando has matado dos veces, puedes matar a toda la humanidad. Ya no hay límites.”